Parte 6: Herramienta de seguimiento y evaluación para actividades con jóvenes

Herramienta de seguimiento y evaluación de las actividades con jóvenes

Introducción

El seguimiento y la evaluación continuos, así como la evaluación sumativa de las formaciones, los talleres y las intervenciones en materia de trabajo con jóvenes, son imprescindibles por varias razones. Necesitamos el seguimiento y la evaluación para poder ajustar el proceso a las personas participantes y a sus necesidades, de modo que logremos los resultados deseados. Necesitamos la evaluación al final para poder medir los resultados de la iniciativa con respecto a sus objetivos. Este capítulo se centra en la comprensión del seguimiento y la evaluación, así como en el desarrollo de habilidades para aplicarlos. También prepara a los/as trabajadores/as juveniles para aplicar el seguimiento, la valoración y la evaluación específicamente a los talleres FABLE.

En concreto, nos centramos en los siguientes temas:

  1. ¿Qué son el seguimiento, la valoración y la evaluación y por qué son importantes?
  2. Evaluación
  3. Seguimiento y evaluación continuos
  4. Métodos de seguimiento, valoración y evaluación, y como utilizarlos
  5. Herramientas de evaluación de FABLE

Al final del módulo esperamos que los/as trabajadores/as juveniles sean capaces de aplicar la evaluación continua y la evaluación sumativa en sus formaciones e intervenciones. También estarán preparados/as para la evaluación de los talleres G-Local Hub de FABLE.

¿Qué son el seguimiento, la valoración y la evaluación y por qué son importantes?

El seguimiento y la evaluación constantes de las formaciones e intervenciones con jóvenes son un requisito previo para su eficacia. La evaluación continua, también llamada evaluación formativa, aumenta las posibilidades de alcanzar los objetivos de las intervenciones de trabajo con personas jóvenes, como formaciones, talleres y otros. Implica la recopilación continua de información, que luego se utiliza para ajustar la instrucción y el proceso de trabajo con el fin de alcanzar los objetivos establecidos. La evaluación, en cambio, se realiza en un momento dado para saber si se han alcanzado los objetivos que se han fijado al principio para la unidad respectiva o para toda la intervención.

Para entender mejor qué son la evaluación y la valoración, vea el vídeo Evaluación y valoración, de Rebecca Burton (subtítulos automáticos disponibles en todos los idiomas).

Evaluación

Un modelo de evaluación muy bueno es el Modelo Kirkpatrick, un estándar para la evaluación de la formación en los últimos cincuenta años. También es completamente aplicable a las intervenciones de trabajo con jóvenes.

El modelo sugiere que los resultados de la formación deben evaluarse en 4 niveles. Estos 4 niveles, aplicados al trabajo con personas jóvenes son:

Para poder supervisar, valorar y evaluar cualquier tipo de formación o intervención, necesitamos definir primero sus objetivos. Estos objetivos se definen principalmente en el Nivel 2: Aprendizaje y en el Nivel 3: Comportamiento, pero también pueden incluir objetivos a más largo plazo en el Nivel 4: Resultados. A partir de los objetivos, el/la formador/a o el/la trabajador/a juvenil establece una serie de indicadores que se utilizarán para evaluar la calidad y la eficacia de la formación/intervención.

Para entender mejor el Modelo Kirkpatrick, vea el vídeo The Kirkpatrick Model of Training Evaluation de Devlin Peck (subtítulos automáticos disponibles en todos los idiomas).

Seguimiento y evaluación continuos

Para garantizar la consecución de los objetivos fijados para una formación o intervención con jóvenes, realizamos un seguimiento y una evaluación continuos durante el transcurso de la formación/intervención. Esto también se llama evaluación formativa.

La evaluación continua muestra el progreso de la persona joven a lo largo de la formación o la intervención. Este enfoque requiere que el personal formador evalúe el compromiso, la motivación, el nivel de comprensión y la participación de su participante a lo largo de las actividades. Las evaluaciones continuas son extremadamente importantes para las intervenciones con jóvenes, porque permiten al personal formador juvenil identificar cómo ajustar el curso de la intervención o la formación al grupo particular de personas con el que están trabajando para lograr los objetivos. Por ejemplo, hacemos una pregunta al grupo para ver si entienden de qué estamos hablando o la tarea que tienen que realizar. Si no lo entienden, volvemos a explicarlo de otra manera.

Un principio clave del uso de la evaluación continua es comunicar claramente los objetivos de aprendizaje/intervención a las personas participantes. Esta comunicación no sólo establece las expectativas para ellas, sino que también les permite autocontrolar el progreso de su aprendizaje. Otro enfoque para utilizar la evaluación continua es pedir al alumnado que registre las conclusiones (informes) sobre sus tareas y ejercicios en un cuaderno de trabajo o archivo electrónico. Este enfoque de autoevaluación permite a las personas participantes centrarse
en lo que han aprendido.

Las evaluaciones continuas exigen que el personal formador o las personas que trabajan con jóvenes proporcionen una retroalimentación clara a los/as participantes, que aclaren y corrijan los errores, que debatan las observaciones y las conclusiones de las intervenciones participativas. Esta es una contribución importante para adquirir las competencias y cambiar los comportamientos.

Métodos de seguimiento, valoración y evaluación y cómo utilizarlos
Se trata de métodos más formales e individuales, que permiten al personal formador o que trabaja en el ámbito juvenil recopilar cierta información específica sin ninguna influencia social del grupo. Sin embargo, requieren saber qué tipo de información necesitamos y qué preguntas nos llevarán a los jóvenes a darla.
Individuales o en grupo, son probablemente la mejor manera de observar la evolución de las personas jóvenes durante la formación o la intervención. En ellos:
  • se permite a las personas jóvenes explorar y experimentar con sus nuevos conocimientos y competencias;
  • se dan algunos aspectos concretos de la teoría aprendida;
  • se muestra tanto a las personas jóvenes como a los/as trabajadores/as juveniles la competencia práctica adquirida (o no).
Muy cerca del método anterior, las simulaciones colocan a las personas jóvenes en una situación que podría ocurrir realmente en su vida, por ejemplo, al buscar un empleo o al comenzar un nuevo trabajo/iniciativa. Permiten a los/as trabajadores/as juveniles ver cómo están preparadas las personas participantes para una u otra situación concreta y observar su comportamiento.
Informales e individuales, son probablemente la mejor manera de recopilar toda la información necesaria porque ofrecen la posibilidad de hacer preguntas de forma individual. Sin embargo, son más difíciles de utilizar sin influir en las respuestas. Además, requieren un buen nivel de confianza entre las personas implicadas para asegurar la honestidad de las respuestas.
Las personas participantes son probablemente la mejor fuente de información sobre el progreso correcto de una formación o intervención. El/la trabajador/a juvenil puede recoger intencionadamente comentarios y opiniones en los momentos importantes de la formación o intervención para solicitar información sobre el progreso y la comprensión. También es importante provocar comentarios y opiniones espontáneos a lo largo de toda la intervención o la formación.

Mucha información proviene de la simple observación de las personas jóvenes durante el taller. Le persona formadora juvenil puede preparar alguna lista de control/tabla que le ayude a calificar el comportamiento y las competencias de las personas participantes. Su observación y los resultados de su trabajo pueden proporcionar información sobre los 4 niveles del Modelo Kirkpatrick.

  • Nivel 1: Reacción. Por ejemplo, si el/la trabajador/a juvenil observa una reacción negativa a su estilo de facilitación, puede ajustarlo. En general, la motivación y el compromiso son buenas señales de una relación entre estos/as y el/la joven que conducirá a un cambio positivo.
  • Nivel 2: Aprendizaje y Nivel 3: Comportamiento. El/la trabajador/a juvenil puede preparar alguna escala, basada en los objetivos de la formación/intervención para ayudarles a evaluar y analizar el comportamiento y las competencias de la persona participante.
  • Nivel 4: Resultados. La evaluación en el nivel 4 requiere un compromiso a largo plazo del/la trabajador/a juvenil o el/la joven, idealmente de ambos/as. Lo más importante es establecer indicadores medibles con los que se puedan supervisar y evaluar los resultados.
Hay un gran número de métodos que pueden utilizarse para aplicar la evaluación continua en actividades presenciales y en línea. A continuación, se presentan algunos vídeos en los que se puede encontrar algo de inspiración.
Herramientas de evaluación de FABLE

Dentro del proyecto FABLE vamos a implementar la evaluación sumativa (evaluación al final del trabajo con jóvenes) a través de cuestionarios para todas las iniciativas realizadas con las personas jóvenes. A continuación, ofrecemos los objetivos de estas iniciativas (actividades del G-Local Hub), los indicadores para la evaluación y un cuestionario (Anexo 1) que se utilizará al final de cada sesión con las personas jóvenes.

Para el seguimiento y la evaluación formativos (continuos), los/as trabajadores/as juveniles son libres de aplicar lo que han aprendido en este capítulo, así como su creatividad, y elegir los métodos más apropiados según la situación.

Objetivos del taller G-Local Hub

Indicadores para recabar opiniones al final de los talleres
Actividades
Ahora, le invitamos a realizar algunas actividades que le ayudarán a entender y aplicar el seguimiento, la valoración y la evaluación en sus actividades con jóvenes.

Objetivos

  • Comprender algunas razones adicionales para aplicar la evaluación en el trabajo con personas jóvenes y diseñar una actividad de evaluación.

Preparación
Para esta actividad se necesita un ordenador e internet, acceso a YouTube.

Duración total
45 minutos

Descripción

  1. Ver el vídeo Transformative Evaluation Process of The Youth Work: https://youtu.be/GJChoKMQCiw
  2. Buscar más información sobre el proceso de evaluación transformadora.
  3. Responder a las siguientes preguntas:
    – ¿Cree que será útil aplicar el proceso de evaluación transformadora en FABLE?
    – ¿Por qué?
    – ¿Cómo lo aplicarías si organizas un taller de FABLE?
  4. Diseñar una actividad para seleccionar historias adecuadas y compartirla con el resto.

Materiales
Ordenador, acceso a Internet, YouTube, programa de tratamiento de textos, correo electrónico.

Objetivos

  • Comprender mejor el modelo Kirkpatrick de evaluación y desarrollar habilidades para aplicarlo.

Preparación
Para esta actividad se necesita un ordenador y acceso a Internet.

Duración total
1 hora

Descripción

  1. Averiguar 1 método de valoración o evaluación que se aplique a un taller FABLE para cada nivel del modelo Kirkpatrick.
  2. Describir brevemente los cuatro métodos y por qué se eligen.
  3. Compartir los métodos con el resto.

Materiales
Ordenador, acceso a Internet, YouTube, programa de tratamiento de textos, correo electrónico.

Objetivos

  • Comprender mejor el seguimiento y la evaluación continuos.
  • Aprender a aplicar nuevos métodos de evaluación.

Preparación
Para esta actividad se necesita un ordenador y acceso a Internet.

Duración total
1 hora

Descripción

  1. Investigar sobre los diferentes métodos de evaluación continua.
  2. Buscar al menos 5 que no se hayan probado nunca y anotarlos. ¿Cómo se aplican? ¿En qué circunstancias es más adecuado aplicarlos?
  3. Escoger 2 que se aplicarían durante un taller de FABLE y compartirlas con el resto.
  4. ¿Por qué se han elegido exactamente estos 2 métodos?

Materiales
Ordenador, acceso a Internet, YouTube, programa de tratamiento de textos, correo electrónico.

Recursos adicionales
Parte 5: Integración de metodologías previas